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1969-1972: El olvidado Diseño Industrial Cubano de Fines de los Sesenta.

 El trabajo de un grupo de jóvenes diseñadores en La Habana, tanto cubanos como extranjeros, se ha omitido en todas las recientes reseñas sobre la Historia del Diseño en Cuba. Aquí intentamos recuperar parte de esa historia.
por Reinaldo N. Togores
© R. Togores
© Archivo R. Togores
Joyería, 1968.
© Archivo R. Togores
Cubos 3D, 1968.

En 1967 se creó en Cuba un nuevo ministerio, el de la Industria Ligera. Nuestra relación con el Diseño Industrial surge a partir del traslado mío y de mi esposa, María Teresa Muñiz Riva a principios de 1968 desde el Viceministerio de Viviendas a ese nuevo ministerio. Este traslado era consecuencia de la comprensión del Ministro Enrique Escalona de la importancia del diseño para el trabajo que ese ministerio estaba llamado a cumplir.

Inicialmente pasamos a formar parte del Departamento de Estudio de Productos, dirigido por Wilfredo Benítez y donde ya se encontraba trabajando un grupo de diseñadores entre los que merece destacarse el equipo encabezado por Iván Espín. Inicialmente trabajamos en el análisis de la posible incidencia del diseño en una amplia variedad de ramas de la Industria Ligera. De esos momentos iniciales conservo alguna foto de propuestas de diseño para joyería o juguetes.

Al diseño de muebles nos dedicamos a raíz de la creación, a fines de 1968 y como parte de la Dirección de Desarrollo del Ministerio de la Industria Ligera de un Departamento para el estudio de las perspectivas de desarrollo de la Industria del Mueble. Este debía ser un grupo interdisciplinario y para dirigirlo se pensó en un arquitecto como el profesional que tendría una visión lo más completa posible de todos los aspectos del problema. Esa responsabilidad me fue asignada teniendo en cuenta mi experiencia en el campo de la vivienda ya desde mi época de estudiante.

Allí trabajamos, entre otros, Arnaldo Rodríguez un economista de nueva promoción con experiencia en trabajos de investigación, la ingeniero industrial Silvia Frías, Suzana Eremie una rumana especialista en tableros de partículas y de fibras y el viejo Ismael Lamí, ebanista artesano de la vieja escuela, pero abierto a las nuevas ideas. El diseño vino más tarde, pues entonces eran los problemas tecnológicos y de materiales los más importantes de momento. Sólo a principios de 1970 se inicia el estudio de soluciones de diseño con la incorporación al grupo del Arquitecto Heriberto Duverger. Aquí también inició su formación en como diseñadora la joven Aurora Mesa, quien después continuó estudios con Iván Espín en la Escuela de Diseño Industrial del Ministerio de Industria Ligera. Dos objetivos veíamos en el trabajo de diseño en esta etapa:

  • comprobar la adecuación de las nuevas tecnologías a la solución de los problemas inmediatos del mobiliario,
  • explorar la gama de posibilidades que a largo plazo abren las nuevas tecnologías.

Diseño para silla plástica, 1970.

Por su parte, María Teresa Muñiz Riva permaneció en el Departamento de Estudio de Productos, donde tuvo a su cargo el desarrollo de mobiliario escolar. Su trabajo se plasmó en tres escuelas de carácter experimental: la escuela para los hijos de las trabajadoras de la Fábrica de Calzado Plástico, la escuela primaria de la Cooperativa de Pescadores de Cienfuegos y el Semi-internado de Primaria de Birán.

Además de los diseños llevados a la producción ella colaboró en las investigaciones de otros grupos de la Dirección de Desarrollo, entre ellas una que se refería a la propuesta para la producción de mobiliario plástico destinado a las guarderías infantiles.

Cuando a fines de 1970, al ser sustituido Escalona, desaparece el Departamento de Desarrollo de la Industria del Mueble, y una vez presentadas sus recomendaciones a los organismos interesados, se nos pidió la realización de una serie de prototipos que demostraran los principios fundamentales propuestos:

  • desarrollo de la producción de muebles utilizando como materia prima los tableros de partículas fabricados a partir de bagazo de caña y fabricados mediante líneas continuas automatizadas de alta productividad,
  • concepción del mueble como un sistema de elementos modulares estandarizados con múltiples posibilidades combinatorias,
  • utilización del mueble como elemento para dividir y articular el espacio interior de la vivienda, en sustitución de los pesados y costosos "grandes paneles" de hormigón entonces en uso.
© Chair design and photo by Reinaldo Togores.

Para esta tarea se creó un grupo de diseño compuesto por María Teresa Muñiz Riva, Heriberto Duverger y Reinaldo Togores, que radicaría en las instalaciones para la elaboración de prototipos con que contaba la Empresa del Mueble junto al Río Almendares. 

Así fue que desarrollamos una serie de diseños donde se exploraban las posibilidades de las diversas tecnologías tanto disponibles como proyectadas. Entre ellas:

Lo propuesto no se limitaba a la esfera de la producción de muebles. Era uno de nuestros objetivos el demostrar la participación necesaria de otras ramas de la industria en la creación del ambiente de la vivienda. Así se incluyeron en el programa de diseño las lámparas y la gráfica mural destinadas a la reproducción masiva.

Esta tarea se extendió por un plazo de dos años, en que se desarrolló una multitud de diseños para demostrar nuestras ideas y se realizaron una serie de acciones para divulgarlas. Merecen destacarse:

© Archivo R. Togores

Como tantas otras iniciativas en la Cuba del último medio siglo, todo quedó en propuestas, planos y prototipos. Salvo en las tres escuelas mencionadas, de ahí no pasó. La industria estatalizada ha sido incapaz de cumplir las expectativas que entonces teníamos. Por otra parte la historiografía oficial ha ignorado los trabajos pioneros que se acometieron en este campo, desde el Ministerio de la Industria Ligerabajo la dirección del ministro Enrique Escalona.

© Archivo R. Togores
Con Eva Björklund en la Plaza Sergels Torg, Estocolmo, 1969.
A la derecha una de las piezas diseñadas por Eva.

La única información sobre el equipo de diseño que dentro del Departamento de Desarrollo de Productos encabezó Iván Espín junto a los arquitectos Eva Björklund y Manuel Miyar, así como la diseñadora de textiles Yule Amado es el artículo de Eva Möbler för Kubaner publicado en la revista sueca FORM en 1969.

Tampoco aparecen nombres de otros diseñadores que trabajaban allí como Vico, Bérriz o Puig. Y salvo un artículo sobre el mobiliario escolar aparecido en la Revista Arquitectura/Cuba, nuestro trabajo ha sido igualmente ignorado.Estas iniciativas pioneras debidas al interés de Enrique Escalona por una producción industrial de calidad, entre ellas la Escuela de Diseño Industrial e Informacional del MINIL, desaparecieron cuando fue sustituido al frente del Ministerio. Los motivos para esa sustitución nunca se hicieron públicos. Hoy es imposible encontrar referencia alguna a su persona en documentos oficiales.

Los estamentos oficiales optaron por favorecer la producción de muebles de lujo, utilizando la caoba y otras maderas preciosas combinadas con las pieles naturales, dedicados a amoblamientos especiales en despachos oficiales y pensados para la exportación, estableciendo para ello un establecimiento en París que comercializaba los diseños de Gonzalo Córdova y María Victoria Caignet.


Propaganda del mobiliario cubano de
lujo para exportación.
Revista Le Journal de La Maison,
Paris, 1969.

Esa empresa no tuvo mucha fortuna. Al parecer, según se comentaba entre los técnicos de la industria del mueble, el grado de humedad en las maderas empleadas para su construcción resultaba muy alto -como corresponde al clima tropical cubano- y al someterlas al ambiente extremadamente seco de los locales con calefacción europeos se agrietaban y torcían.

Sin apoyo oficial nuestra labor no tenía entonces posibilidad de desarrollo. Se cerró así una etapa en nuestras vidas profesionales. La industria estatalizada no encontró uso para nuestras propuestas de diseño. No hubo más opción que el regreso de todos nosotros al Ministerio de la Construcción donde el inicio entonces del plan de construcciones escolares parecía prometer nuevas oportunidades.