La Escuela Vocacional de Camagüey.
Fotos: Archivo R. Togores | English Version. |
Podemos afirmar que esta vez han coincidido plenamente los objetivos propuestos en el proyecto y la concreción material de la obra. En algunos casos ocurre que los arquitectos realizan diseños muy imaginativos en el papel, pero que luego no se materializan igualmente en la realidad, o no se logra el cuidado de los detalles que valorizan la obra. Para que exista una unión entre proyecto y realidad debe existir una verdadera simbiosis entre las aspiraciones y motivaciones del diseñador y su interpretación por parte de los constructores.
Tanto los dirigentes de la provincia como los trabajadores de la brigada que realizó la escuela acogieron con entusiasmo, con amor, el proyecto de la escuela y afrontaron las dificultades que se presentaron sobre la marcha, encontrando siempre la solución acertada con espÃritu de sacrificio, conscientes que la escuela no constituÃa un edificio más dentro de la provincia, sino que sus elementos expresaban los valores técnicos, estéticos y humanos representativos de la voluntad creadora del pueblo camagüeyano.
Roberto Segre,
"Una Escuela de Maravilla" La Gaceta de Cuba, Núm. 152. Enero de 1977.