Mucha gente extremista pensó un día que la arquitectura de la Revolución cubana era algo totalmente original y que no tenía ninguna relación con el quehacer arquitectónico del resto del mundo. Sabemos que esto no es cierto pero… como veía usted en aquel momento tal relación y como la ve ahora con el paso del tiempo?
No conocí a ninguno de esos extremistas. Esa polémica me imagino que será de nueva invención. La polémica en nuestra época era otra, que fue muy bien descrita por el Profesor Rallo:"...dos tendencias principales se han notado en la obra arquitectónica post-revolucionaria. Una tendencia pragmática, positivista, tecnocrática, seudoracionalista, sin mayor base conceptual o intencionalidad estética, que ha resuelto rápidamente la urgencia de las tareas planteadas. Su lema podría ser: muchos metros cúbicos de fabricación que no se caigan, que no cuesten mucho, que batan las marcas temporales de ejecución. Cantidad, en suma... La otra tendencia es mas compleja y corresponde a un enfoque culturalista o estetizante de la Arquitectura."Por mi parte siempre he creído en el papel de la Arquitectura y el diseño en la transmisión de valores culturales. Allá por 1961 escribí en la argumentación de uno de mis trabajos de la escuela (no recuerdo si era para una clase de Gottardi) que "un buen diseño es, cuando menos, una lección de orden".
(Fuente: Roberto Segre, Arquitectura y Urbanismo de la Revolución Cubana, La Habana, 1989. p. 32)
Mis clases en mi primer curso como profesor de Diseño Básico se centraron en los aspectos del significado en la Arquitectura. La Arquitectura siempre ha intentado transmitir un mensaje. El éxito de la Vocacional que motivó el que Fidel Castro la describiera como "la mejor escuela de Cuba" quizás se debe no tanto a sus cualidades funcionales (en definitiva los proyectos de dormitorios, aulas etc. eran los mismos en todas las escuelas Girón) sino a la manera en que el proyecto lograba plasmar una utópica concepción del mundo. Pudiera parecer dicho así que la labor del arquitecto fuera la de un mero propagandista al servicio del poder. Pero dentro de esa concepción del mundo sin duda había elementos de validez universal desde el punto de vista humano que muchos compartíamos. Pero para no disgregarnos, la respuesta a tu pregunta: el quehacer arquitectónico ha sido siempre (y seguirá siendo) en todas partes el mismo.
El grupo DOCOMOMO Camagüey ve una relación estrechísima entre la planta y la volumetría de la Bauhaus de Gropius en Dessau y la planta y volumetría de las escuelas al campo cubanas construidas con sistema Girón. Si nos atenemos al concepto del mega-edificio de la Bauhaus de Gropius, no es acaso la Escuela Vocacional de Camagüey el colmo de aquel concepto?, no es esta escuela nuestra, en puridad, la Bauhaus alemana llevada hasta sus últimas consecuencias, magnificada y reinterpretada en otra sociedad, con otras intenciones, en otra época, bajo otras circunstancias climatológicas... y políticas? (disculpe que una ambos términos). Qué opinión le merece eso a usted?
Nunca me he sentido identificado con Gropius, pero sí con el Bauhaus de Hannes Meyer. Aquí debemos distinguir dos aspectos: el puramente formal, la pureza de los volúmenes prismáticos y su articulación ortogonal, que sin duda era una referencia mucho más cercana para mi generación que para la tuya. Los recursos que teníamos a nuestro alcance, el sistema Girón, favorecía ese tipo de soluciones. Pero por otra parte, lo más importante para mí, el valor que otorgaba Hannes Meyer al papel de la Arquitectura como herramienta de transformación social:"la finalidad última de toda la obra del Bauhaus
es reunir todas las fuerzas vitales creativas
para dar una forma armoniosa a nuestra sociedad".
(Hannes Meyer, en su poema de 1929 Bauhaus und Gesellschaft)
Independientemente de que ya usted lo ha dicho en otras entrevistas, es importante para esta que usted explique, grosso modo, el concepto fundamental sobre el que basó su diseño, sobre todo el concepto del conjunto, la conceptualización urbana del conjunto.
Fui de aquellos adolescentes que a fines de la década de 1950 creían en la posibilidad de un mundo mejor. Creía en el poder del diseño y la arquitectura como herramienta que contribuiría a crearlo. Cuando me encargaron el proyecto de la Vocacional me vino a la mente un esquema como el del falansterio que había concebido Fourier para alojar su sociedad ideal: tres partes, una central y dos alas laterales. La parte central dedicada al estudio y la reflexión, las laterales a la vida cotidiana.
El eje central, lo dedicaría a las instalaciones comunes de carácter cultural, biblioteca, museo, teatro aulas de artes plásticas, de danza... más atrás el gimnasio.
Las alas laterales, al oeste secundaria básica, al este preuniversitario. Al sur (el frente) los edificios docentes, al norte los dormitorios. Este esquema simétrico se trastorna por la desigualdad en capacidad para cada una de estas alas, mayor la secundaria, menor el preuniversitario...
Aquí se genera una tensión, el círculo estático se rompe, surge el dinamismo de la espiral. Surgen dos movimientos:Esta espiral sugiere asimismo otro impulso, succionando el espacio interior, justo donde la plaza de entrada principal.
- uno de expansión en sentido noreste->suroeste, las masas de la edificación se expanden se abren, se descomponen. Formalmente se expresa en el núcleo de escaleras del extremo oeste del bloque docente de secundaria. Esto se evidencia al compararlo con el correspondiente al este del docente del preuniversitario.
- otro en el sentido de las dos mitades de la espiral, en sentido norte->sur que impactan contra el eje central, donde los docentes se agolpan en los bloques de las torres de laboratorios, se concentran, se densifican. Desaparecen los balcones de las galerías y todo se convierte en una masa densa y cerrada.
Aparte de estas puntualizaciones te copio lo expresado en mi ponencia de 1991:En estas escuelas mucho nos viene dado de antemano. En primer término, el sistema constructivo prefabricado. Este conjunto de piezas y la manera de ensamblarlas fue desarrollado específicamente para el plan de escuelas en el campo. Su diseño tiene en cuenta parámetros puramente técnicos. No creemos que existiera en sus autores una intención simbólica. Pero a veces los símbolos más elocuentes esperan agazapados en el inconsciente los símbolos más elocuentes esperan agazapados en el inconsciente colectivo. Este es el caso del 'sistema Girón' y seguramente parte de su indiscutible mérito en lo que se refiere a una adecuada caracterización de estas edificaciones. En efecto, el plan de escuelas de los años '70 no es sino un desmesurado esfuerzo por construir la Utopía. Los medios y los fines son muy parecidos a los postulados por gente como Owen y Fourier: la creación de un hombre nuevo a través de la vida y el trabajo en comunidad.
Ahora bien UTOPÍA, etimológicamente considerada, significa no-lugar, lugar que no es.La relación con su emplazamiento de una arquitectura de la utopía será bien especial. Escuelas que no ocupan lugar, edificios que levitan, elevados sobre la leve impronta de sus pedestales, apenas tocando el suelo. La arquitectura del u-topos es una arquitectura sin toponimia y sin topografía. Una arquitectura sin toponimia es una arquitectura esencialmente ubicua: objeto múltiple por excelencia. Sin topografía que se descuenta como cifra negativa a partir de un nivel 0,0 estructural, plano ideal al que se asciende por escaleras simplemente apoyadas, sin continuidad con la estructura a la que apenas mancillan, concesión provisoria a la contingencia de su anclaje terreno. Una arquitectura que buscará realizarse como topología en que se plasma el programa de una vida minuciosamente regimentada.
'El carácter particular del lenguaje del arte' -según Lévi-Strauss- 'es que existe siempre una homología muy profunda entre la estructura del significado y la estructura del significante'. Esto se hace especialmente evidente en proyectos como los que se realizaron para el plan de construcciones escolares. En nuestro proyecto para la escuela vocacional 'Máximo Gómez' debimos asumir toda la serie de requisitos contrapuestos que entran en juego a partir de la complejidad inherente a un programa de tal magnitud. Disponiendo para la totalidad de sus 2500 alumnos de una serie de instalaciones de uso común, la escuela debía prever, sin embargo, condiciones para el funcionamiento relativamente independiente de dos niveles escolares diferentes, la secundaria y el pre-universitario. La escuela se ubicaría en la ciudad, pero sin ser parte de ella; sus alumnos se vincularían al trabajo tanto agrícola como industrial.
El reglamento institucional exigía la actividad en colectivo mientras que la personalidad individual siempre ha requerido momentos de intimidad. La formación que se recibiría en la escuela sería integral, pero su propósito habría de ser el de promover el interés hacia las ciencias y la tecnología. El sistema constructivo y las soluciones funcionales serían los de uso general, pero el carácter representativo de esta escuela como emblema de los logros y aspiraciones de la provincia exigía una fisonomía propia. Todo esto encontró expresión en una disposición determinada de sus edificaciones y en la serie de significados implícitos en su arquitectura.
El proyecto se organizó a partir de un eje central que agruparía las instalaciones de uso común y de dos sectores a ambos lados de este eje que corresponderían a los dos niveles escolares. La simetría bilateral es sólo aproximada ya que debió acomodarse a varios factores, entre ellos la secuencia constructiva que preveía la puesta en marcha por etapas del conjunto, debiendo incluirse la cocina-comedor en la primera etapa, la presencia de un anfiteatro al aire libre que debía servir para actividades de la ciudad vecina sin interferir con ello la actividad docente y por último, la diferencia en cuanto a la cantidad de alumnos, mayor en secundaria que en pre-universitario. Además nos parecía que desde el punto de vista formal una simetría demasiado rigurosamente observada reforzaría en exceso la dualidad del esquema, en detrimento de su percepción unitaria.
Esta unidad se hace patente, desde el interior en la articulación de las plazas y otras áreas entre edificios, que asumen diversas funciones según las características del entorno. Desde el exterior el carácter unitario se refuerza al jerarquizarse el núcleo central mediante la concentración de los volúmenes construidos, la mayor complejidad de su geometría y su cuidadosa caracterización.
La atención prioritaria a las ciencias se expresa en la ubicación en una posición destacada dentro de este núcleo precisamente de aquellas instalaciones consagradas a ellas: los laboratorios, el centro de cálculo, la biblioteca y el museo, construidos usando el mismo prefabricado pero con una idiosincrasia muy propia que incorpora ciertos elementos constructivos diseñados específicamente para esta obra. Entre ellos merece especial atención el sistema de barandas que caracteriza la trama en que se insertan los edificios y que establece un plano autónomo de interconexión no dependiente de la topografía del lugar.
El núcleo central incluye la entrada principal de la escuela. Esta no se encuentra orientada hacia el vial de acceso, sino que se produce lateralmente, conformando un espacio de uso ceremonial que culmina en la estatua ecuestre del Generalísimo, obra del escultor Delarra. Esta estatua se destaca por su posición elevada, pero al contrario de lo que se acostumbra, esta altura no se consigue al colocarla sobre un pedestal -aislándola- sino con una suave elevación del terreno haciéndola accesible y familiar. De ello dan testimonio las fotos de grupos de alumnos que se han hecho tradición.
Este espacio es plaza al mismo tiempo que entrada, reforzando con esta ambivalencia, espacio interior / espacio exterior, el sentido de comunidad autónoma relativamente cerrada.
Mención aparte merece el uso del color. Usado como acento, ayuda a jerarquizar el eje central destacando en particular los laboratorios con grandes paños de amarillo cromo. En los dormitorios típicos se usa para resolver la contradicción entre la apertura y el relieve de las fachadas longitudinales, con sus ventanales corridos y balcones en voladizo, y la pobreza del tratamiento de los extremos del edificio, totalmente ciegos y sin relieve. Los rojos y violetas de los balcones -salientes como código perceptual y realidad física- se continúan en el paramento extremo, así como lo hacen el azul y verde de las ventanas -atrás físicamente y como código perceptual dando pie a una lectura dual -plano físico vs. código colorístico- en que la sugerencia de relieve prevalece.
Qué opinión le merece a usted el sistema educacional cubano en el periodo de la Revolución?, qué lugar ocupan, a su entender, las escuelas vocacionales en este sistema educacional?, y cuál cree usted que ha sido el aporte de las mismas a la educación del pueblo cubano?
Fue una apuesta muy arriesgada. Visto en perspectiva creo que la desmesurada inversión que se hizo en la construcción de escuelas, en detrimento de otras inversiones en infraestructuras productivas es una de las causas de la presente situación económica. Claro que ahora es fácil decirlo, Pero entonces no era previsible el colapso del bloque comunista y con ello la desaparición de la subvención soviética.Pero si no se hubiera seguido esa estrategia que ahora vemos como equivocada nunca se hubieran construido las Vocacionales. Creo que de ellas han salido varias generaciones de jóvenes que algún día podrán marcar una diferencia.
Qué imposiciones le impidieron a usted concretar todas sus ideas en el diseño de la escuela Vocacional de Camagüey?, qué se quedó por hacer?
No considero haber sido limitado por imposiciones. De hecho, me salté muchas normas gracias al apoyo local, de Robertico Valdés, jefe entonces del MICONS en la provincia, y también de gente como Neque, el jefe de la brigada constructora y su gente, siempre dispuestos a cualquier esfuerzo adicional. Y de las estructuras políticas, comenzando por Raúl Curbelo como jefe del Partido. Se cumplió el programa, aunque para ello tuviera que estar a pie de obra durante los últimos meses, dando soluciones exprés cuando lo planteado originalmente no se podía terminar en el plazo fijado. La única limitación en ese momento fue que mi jefa se cansó de que pasara todo el tiempo en Camagüey, pero entonces recurrí a las vacaciones que tenía acumuladas para poder hacerlo a mi gusto.
Cuál era el estado de ánimo de todas las partes involucradas durante la construcción de la escuela?, cómo fue el trabajo de grupo, incluyendo a las partes proyectista, constructora y gubernamental?
Creo que queda respondido en la anterior.
En su opinión, cuál es el mayor acierto urbano-arquitectónico de la escuela camagüeyana?
Eso lo dejaría a los críticos. A la posteridad.
Consideraría usted la posibilidad de dirigir personalmente los trabajos durante una eventual restauración del conjunto?
Nada me gustaría más, pero dudo mucho que las limitaciones actuales de la economía lo permitan de momento. Y ya soy un señor bastante mayor, así que no me hago ilusiones.